Este personaje, una especie del Robespierre desatado de 1793, resulta tan firme e inamovible como el Peñón del Cuervo. Evidentemente, guarda su sillón de modo draconiano, porque de otro modo no se comprende que los psoístas malagueños, algunos de los cuales puede que no sean ciegos ni traidores a sus vecinos, no le diputen el cargo a este señor que empieza a oler mal y nos perjudica tanto, perjuicios que los psoístas malagueños que conserven la dignidad no pueden ignorar. No pueden ser tan analfabetos, que no lean ni se den cuenta de la situación angustiosa en que la junta mantiene la sanidad de Málaga, entre todos los demás servicios..
Pero Miguel Ángel Heredia sonríe untuosamente, se arrastra
ante sus jefazos que pueden removerlo del cargo y, a continuación, redobla sus
mentiras e insultos a la inteligencia de Málaga.
¿Cuánto tiempo lleva Miguel Ángel Heredia como cabeza
psoísta de Málaga? ¿Cuántas elecciones ha perdido y, sin embargo, resiste año
tras año? ¿Quién no recuerda aquella campaña que se hizo a sí mismo, viniendo a
convocar ruedas de prensa para anunciarnos obras para Málaga de los gobiernos
psoístas, que no eran más que actuaciones normales de gobierno?
Los periódicos que se venden en Málaga publican sus
comunicados TEXTUALMENTE, como si fueran noticias elaboradas por la redacción.
Jamás manifiestan su sorpresa por barbaridades como la frase de anteayer: “ES
UN INSULTO QUE LOS MALAGUEÑOS PIDAN EL TERCER HOSPITAL”. Ni pensarlo. Usted
puede hacer la prueba: comente algo sobre este individuo en las webs de Sur o
La opinión; comprobará que le censuran y jamás lo publican. De Málaga Hoy sabemos
poco, solo que es un órgano oficioso del PSOE