El español es la lengua materna de 466 millones de personas en el mundo. Sólo algo más de 30 millones llaman a las papas con el nombre erróneo de patatas.
La academia acepta las dos formas, pero la academia asume muchas incorrecciones sólo porque están bastante extendidas, y cada vez crece más la convicción de que la RAE no cumple su lema "Limpia, fija y da esplendor, pues no limpia las barbaridades con que la última generación ha enfangado el lenguaje ni las reducciones que suenan a retrasados mentales.
. La palabra original es PAPA. Preguntamos muchas veces a profesores de Hispanoamérica a qué atribuían ese empeño español de denominar patatas a las papas; en todos los casos apuntaron la posibilidad de que el explorador español que las trajo tenía que ser más sordo que un tarugo. Seguramente, se confundió con batata, porque en Mesoamérica los sonidos be y pe son muy semejantes, pero “batata” significa en origen “papa dulce”.
Hace cuarenta años, nadie en Málaga decía “patata”, sino la correcta papa; ignoramos por qué ahora se ha extendido tanto el uso de la errónea “patata”, salvo que se trate de uno de los muchos problemas de la espantosa colonización cultural que sufre la población malagueña.
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