jueves, 16 de febrero de 2017

CON LOS ABUSOS SEVILLANOS, MÁLAGA NO PUEDE VIV IR

28 DE FEBRERO
PISOTEADOS POR SEVILLA,
JAMÁS RESOLVERÍAMOS EL GUADALMEDINA
Mientras permanezcamos bajo la bota de los abusos e iniquidades de la juta y su BURROCRACIA, no podremos emprender la conquista del Guadalmedina, un derecho que nos asiste, como antes asistió a Barcelona, Alicante, Valencia, Almería y la mayoría de las poblaciones grandes del Atlántico y el Cantábrico.

LOS MALAGUEÑOS NO PODEMOS TENER MENOS DERECHOS QUE LOS DEMÁS,
NI PODEMOS PERMANECER PERPERTUAMENTER EXPLOTADOS Y MANGONEADOS POR SEVILLA.

El cauce-vertedero actual del Guadalmedina urbano (unos cuatro kilómetros), divide, condiciona, afea y desprestigia a la ciudad de Málaga. Si de verdad aspiramos a ser una potencia turística mundial y una tech-city, es ineludible que resolvamos este problema cuanto antes, sacudirnos la indolencia y el conformismo que nos hace ver el Guadalmedina y la Catedral inconclusa con lentes de incapaces. Pero la dictadora se ha apresurado a desbaratar el pañito caliente propuesto por el ayuntamiento de Málaga: “ Son inviables los puentes-plaza”. Lo que significa en realidad: Para el Guadalmedina, no vamos a devolveros ni un euro de los cientos de millones que os robamos”

Tenemos que partir de la realidad de que el Guadalmedina NO ES UN RIO desde el Limosnero en adelante. Sólo es el aliviadero de la presa. Al mismo tiempo, es indispensable caer en la cuenta de que en todos los litorales hay ciudades con casos semejantes resueltos. En la propia Málaga, tenemos el Arroyo de los Ángeles.

Unas vez, encontramos datos en el archivo Díaz de Escovar…comunicaciones con el Rey, donde se solicitaba la DESVIACIÓN del Guadalmedina urbano. y, al parecer, se trataba de algo iniciado ya a continuación de la toma de Málaga por los RR.CC.

DESVIACIÓN para abrir la Gran Vía que Málaga necesita y merece..

Es obvio que en los siglos de que hablamos, desviar el cauce hubiera sido imposible (la cota a la altura de La Palmilla es 37) Hace pocos años, se nos habló de la solución definitiva. DESVIARLO POR UN TÚNEL, que iría hasta el arroyo Totalán o el Peñón del Cuervo. Un brazo más pequeño, podría ir a Casasola. A título privado, nos han hablado de construir también unos cuantos azudes que regarían la todavía despoblada margen derecha del río (cuando todavía es rio), a fin de propiciar la prolongación del bosque de los montes, que tanta falta nos hace A LA VISTA DE LO QUE NOS ESPERA.

EL PROBLEMA ES LA INVERSIÓN. El túnel y su infraestructura costaría unos setecientos millones de euros, inversión inimaginable mientras sigamos bajo la tiranía de los sevillanos.- Esta es la razón por la que ya no se habla del túnel. Sólo de paños calientes y, entre tanto, la casa sin barrer. Málaga dividida y afeada por una horrorosidad en medio, careciendo de la Gran Vía que nos daría prestancia de gran ciudad.
No se trata de sentarnos a buscar nada (ni de proyectos locos de Ciedes), porque todo está más que hablado. A final de los sesenta, vino de visita el ministro de Obras Públicas, que le preguntó a Herrera Oria (tan poderoso entonces) qué obra necesitaba Málaga. El cardenal le respondió "TAPAR EL GUADALMEDINA". En vez de esto, el ministro decidió dotarnos de un nuevo camino hacia el interior (pues sólo teníamos la carretera de Colmenar)

Está claro que el Guadalmedina urbano no tendrá solución mientras permanezcamos pisoteados, sometidos y mediatizados por Sevilla. El insignificante paño caliente de los puentes-plazas, ya los ha descalificado la enemiga Susana. En este asunto, el desenfoque de Paco de la Torre es soberbio, al hablar de soterrar el tráfico en Fátima y Rosaleda, inutilidad carísima (unos 85 millones de euros)

En buena ley justa para esta ciudad maltratada, lo único que debemos desear es lo de siempre: DISPONER DE NUESTRA GRAN VÍA. Reunirse, discutir y "encontrar" no procede, porque el asunto está más que debatido históricamente.

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