Desde la instauración del gobierno sevillano, estaba claro que la política del PSOE para Málaga consistía en convertirnos en una aldea sin importancia. Impuso la consigna el propio Alfonso Guerra: Málaga se ha desarrollado demasiado; ahora le toca a Sevilla. Por supuesto, los psoístas (empezando por el alcalde que nos impusieron) acataron la consigna del todo y expoliaron Málaga a fondo en sus organismos públicos, instituciones y empresas. El último robo de Sevilla ha sido la Confederación Hidrográfica del Sur. Nadie puede dudar que la filosofía general del trato de la junta a la capital de Málaga es tratar de reducirla infinitamente o que desaparezca.
Los signos que apreciamos en la actualidad son muy alentadores para la junta: Málaga se está muriendo. La animación, el movimiento y la actividad de la Málaga intramuros se han vuelto irrelevantes. Unpaseo matutino por las calles Granada y aledaños parecen un pueblecito cualquiera, somnoliento, sin influencia ni porvenir.
Puesta
en marcha del PLAN GEDEÓN.
escriba a malagapuede@yahoo.es
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