Muchos malagueños me escriben, esperando de mí acciones que no puedo emprender (soy demasiado mayor). En mis circunstancias de casi indigente, no podría en modo alguno iniciar una facción política ni sumarme a una, pero si puedo indicar directrices y marcar caminos.
Nuestro objetivo debe ser sólo uno.
LA RECUPERACIÓN DE LA TOTAL AUTONÍA DE MÁLAGA, QUE PERDIMOS EN 1978.
No vale aspirar a algunas consejerías de la burrocracia sevillana ni pensar que sacaríamos algo apoyando la resurrección del reino de Granada que polarizan en facebook en un página que llaman “no a la capitalidad de Sevilla”.
Málaga es una realidad relativamente nueva, renacida en el XIX (con la temprana industrialización) tras 1.300 años, cuando fuimos la capital de la España Bizantina.
Nunca hemos pertenecido del todo a Granada (fundamos nuestro propio reino de varias ocasiones) ni por mucho tiempo. Con Granada nos iría muchísimo peor que con Sevilla. Sólo seremos administrados con justicia por un gobierno regional propio.
Por consiguiente, nuestra única aspiración es el largo y tortuoso camino que lleva a la independencia de los desmanes sevillanos y las ambiciones granadinas.
LA RECUPERACIÓN PLENA DE NUESTRO LIBRE ALBEDRÍO..
De momento, debemos circular por caminos colaterales. Una de las primeras cosas factibles, es apoyar e impulsar una asociación por la recuperación de la fiesta del 18 de Junio.
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