Nuestro diputado Cayetano Bolívar fue a contarle a Largo Caballero, en noviembre de 1936, la vulnerabilidad de la línea de batalla malagueña, Mal pertrechados, los milicianos además de morirse de frío y hambre, necesitaban armas urgentemente, La respuesta del psoísta Largo Caballero fue:: "Ni un fusil ni un cartucho más para Málaga".
Tres meses después, sufríamos el que la prensa mundial de la época describió como el "éxodo más espantoso de una población europea" (todavía no había empezado la guerra mundial). La huida trágica de nuestros padres y abuelos se debió a la estrategia decidida por el PSOE: Había que dejar caer Málaga, porque así se reducía el frente en más de 200 kilómetros. Esta es una verdad que sólo los fanáticos podrían negar, con los mapas de la guerra civil delante. Suponemos que Largo Caballero creyó que entregaba un gambito.
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