Ayer, publicaron los periódicos que un partido propugna que Málaga se convierta en la tercera ciudad de España.
Por las especiales características demográficas de
esta ciudad, somos un pueblo poco o nada chauvinista, al menos en el sentido
reivindicador frente a los demás y frente a los designios de los que desean
perjudicarnos. Al respecto, conviene no olvidar que si ese partido se refiere a
volumen demográfico, las prospecciones bancarias de los años setenta
vaticinaban que Málaga se convertiría en la ciudad más poblada de la mitad sur
de España en 1993. Como todos sabemos, tal cosa fue impedida por la inútil y chapucera
junta de Andalucía y, sobre todo, por la estrategia del partido que la
sustenta, según orden de Alfonso Guerra. Con “Málaga ha crecido mucho, ahora le
toca a Sevilla” y “ningún cargo del PSOE se dejará ver veraneando en las costas
de Málaga”, Alfonso Guerra puso en marcha el mecanismo de nuestra desaparición
o conversión en aldea insignificante.
Los psoístas como Pedro Aparicio y Luciano Alonso,
recibieron la orden de vaciar Málaga de estructuras institucionales, y nos lo
fueron quitando todo para trasladarlo a Sevilla, como han hecho hace muy poco
con la Confederación Hidrográfica del Sur y están tratando de hacer con La
Consula. Naturalmente, la pérdida de los funcionarios que servían a tales
instituciones y la carencia de órganos locales de decisión, nos dejaron en
manos de la hostilidad de la burocracia sevillana, que no para de tomar
decisiones nocivas para nuestra economía, como el manipulado plano de
inundabilidad del ¨Guadalhorce.
El PSOE y la junta de Andalucía han intrigado y
actuado contra el crecimiento normal de Málaga, y por tal razón no somos ya la
tercera ciudad más poblada de España.
PERO SÍ SOMOS LA TERCERA CIUDAD MÁS IMPORTANTE DE
ESPAÑA, EN EL SENTIDO DE LA TRASCENDENCIA INTERNACIONAL.
Y hasta podría decirse que en la actualidad sonamos
más que Madrid. Revisen la prensa especializada internacional, y lo
comprobarán.
NADA HAY MÁS INÚTIL QUE LA LLUVIA EN EL MAR,
LA LUNA DE DÍA
Y LA JUNTA DE ANDALUCÍA
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