Los vecinos del bloque, con mayoría de inquilinos mayores y con poca movilidad, se reunieron este otoño con el delegado de Vivienda
La situación en el bloque 9 de la calle Concejal Masso Roura, en Dos Hermanas, continúa sin cambios después de que en 2009 la entonces delegada de Vivienda de la Junta de Andalucía, Josefa López, se reuniera con los vecinos y se comprometiera a buscar financiación para el esperado ascensor que necesita este edificio de cuatro plantas en el que el 60% de los vecinos tiene problemas de salud y de movilidad.
El horizonte parecía más esperanzador en febrero de 2010, cuando Línea Directa se puso en contacto con el actual delegado de la Vivienda, Enrique Benítez, que declaró entonces: «Estamos pendientes de disponer de asignación presupuestaria en este programa para poder dar una respuesta positiva a este asunto».
Pero la respuesta no llega, por eso los vecinos se reunieron a comienzos del otoño con Enrique Benítez para recordarle su compromiso y ahora han vuelto a contactar con Línea Directa para llamar la atención sobre su problema.
«Aquí han fallecido personas esperando el ascensor. Hace unos diez días murió una señora, la pobre, que no podía bajar a la calle y hay gente que por su estado de salud ha tenido que irse fuera a vivir, como la vecina del segundo piso que se ha ido con su hija porque tiene un infarto y no puede subir escaleras», detalla José Aguilar, presidente de la comunidad de propietarios.
José Aguilar aprovecha para hacer cuentas y recordar que durante la reciente rehabilitación de la barriada a cargo de la Junta, «en este bloque sólo hicieron obras seis personas, sólo en el cuarto de baño y algunos hasta compraron las losetas, así que cabían a 7.000 euros cada uno para una obra de rehabilitación de 10 millones y medio de euros. Fíjate si han ahorrado dinero con este bloque».
Por su parte Ángel González, vicepresidente de la comunidad de propietarios, subraya que «aquí hay gente que no sale a la calle desde hace ocho, nueve o diez años, más los que han muerto y no han visto la calle». Ángel pone también de ejemplo a su mujer, que no puede subir las escaleras. «Aquí somos todos viejos», resalta, al tiempo que calcula que el ascensor costará «entre 10 y 11 millones» de las antiguas pesetas.
José Aguilar llama la atención sobre los partes médicos de los vecinos que dan fe de los problemas de salud y la dificultad, si no imposibilidad de muchos de ellos, para subir y bajar las escaleras y recuerda el caso de Rosa Franquelo, que lleva más de ocho años sin poder salir a la calle y que sólo ha salido o en ambulancia al hospital y al entierro de su marido.
«Cadena perpetua»
«A los vecinos del bloque 9 les han echado la cadena perpetua sin cometer ningún delito porque no pueden salir a la calle, están encerrados en una habitación. Es una vergüenza con todo lo que se ha ahorrado la Junta en este bloque en las obras de rehabilitación», planeta José Aguilar.
El pasado jueves, esta sección habló con el delegado Enrique Benítez, que se encontraba en la sede de Epsa, en Sevilla precisamente tratando de recabar fondos para las obras que tiene pendientes la delegación. «El compromiso es el mismo, estoy peleando por conseguir algo, con este tema y con otros muchos», recalcó
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