Málaga lleva diecisiete años sin ampliar su red hospitalaria… con un tercio más de población
El crecimiento poblacional experimentado por Málaga en las dos últimas décadas ha sido muy superior al aumento de los recursos hospitalarios de la provincia. Desde 1993, cuando se puso en marcha el Costa del Sol de Marbella, no se ha abierto ningún hospital, con la excepción del Centro Hospitalario de Alta Resolución de Especialidades (CHARE) de Benalmádena, que se inauguró en noviembre de 2007, pero que sólo dispone de 25 habitaciones. Parte de esas carencias se resolverían con la construcción del macrohospital, pero el proyecto sigue sin fructificar ante la falta de acuerdo en las negociaciones mantenidas entre la Consejería de Salud y el Ayuntamiento de Málaga.
El resultado de ese desfase entre el incremento de la población y la dotación de hospitales públicos repercute negativamente en la asistencia, ya que hay un importante déficit de camas y Málaga está en el furgón de cola de Andalucía en las listas de espera quirúrgicas, diagnósticas y de consultas de especialista, como se recoge en la propia página web del SAS, cuyos datos fueron actualizados a 31 de diciembre de 2009. Los ciudadanos demandan cada vez una mayor y mejor atención y, en cambio, no se abren más centros hospitalarios.
Los números no mienten. La provincia de Málaga en 1993 tenía 1.191.995 habitantes, mientras que, según el padrón de 2008, la población ascendía a 1.593.068 personas, lo que supone un aumento del 33,65%. En ese sentido, el secretario provincial de Sanidad de Comisiones Obreras, Rafael González Delgado, dijo a este periódico que se mantiene «el olvido histórico» que provoca que Málaga soporte un imparable incremento de la demanda asistencial sin que haya un desarrollo de la dotación hospitalaria. Esa circunstancia redunda en la calidad de la atención que se ofrece a los pacientes y origina una dilación del tiempo que estos pasan en las listas de espera del SAS. Esto, a juicio de González Delgado, se debe a la escasez de infraestructuras sanitarias especializadas, que no han experimentado la subida que hacía falta para igualarse o al menos aproximarse a ese tercio que ha aumentado la población en los diecisiete años transcurridos desde la apertura del Hospital de la Costa del Sol.
Perspectivas de futuro
Los datos cantan por sí solos. Málaga necesita más hospitales. Y sin más tardanza. Las perspectivas de futuro son las siguientes. En Marbella se lleva a cabo la ampliación del Costa del Sol (las obras acabarán a finales de 2011) y en Ronda se está construyendo un centro hospitalario que sustituirá al actual dentro de dos años si no se registran retrasos en los trabajos.
Si a esas dos actuaciones se les suman la realización de los CHARES de Mijas, Estepona y Guadalhorce, y el macrohospital el número de camas crecerá en unas 700. El problema es que el proceso va muy lento. Demasiado. El tiempo transcurre y la dotación hospitalaria de Málaga sigue igual a pesar de que la población continúa en progresión y reclama más atención sanitaria.
En el caso de la capital, el Clínico Universitario está inmerso en un plan de reforma integral que debe estar concluido a finales de este año. Por su parte, el Hospital Regional Carlos Haya carece de espacio para poder llevar a cabo una ampliación, es decir, que sus posibilidades de expansión son nulas. La alternativa es acometer el 'nuevo Carlos Haya' o macrohospital. Para ello, hacen falta dos cosas. La primera, que la Consejería de Salud y el Ayuntamiento lleguen a un acuerdo. La segunda, 600 millones de euros para pagar las obras y el equipamiento. En el mejor de los casos, el megahospital no estaría en marcha antes de seis o siete años.
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